Acaricia la vida
Desde que nací estoy aprendiendo. Siento que cada instante que vivo me enseña algo valioso, y aunque no siempre he podido apreciarlo, no me culpo por ello, porque eso, también es aprender.
Hace un año, en el mes de marzo, muchas mentes y corazones del mundo se chocaron con una realidad que no imaginaban, con algo que parecía sacado de una serie ciencia ficción de la que aún se siguen emitiendo capítulos. En aquellos meses del 2020, la creatividad y la necesidad de expresarse aumentaron como la espuma de mar que necesita llegar a la orilla y ser vista. Era necesario plasmar lo que ocurría, era necesario compartir.
El texto que presento a continuación, lo escribí en marzo de 2020. Esta era mi forma de ver el mundo en aquel momento. Deseo que lo disfruten:
Acaricia la vida
Muchas preguntas llegan a nuestra mente en estos días.
¿Qué pasa? ¿Qué sucede?
Acontece la vida, eso es lo que ocurre, nada más que el presente y nada menos que el ahora, que quiere que el mañana llegue a buen puerto, como los barcos del ayer.
Y la vida ahora nos pide parar, nos pide que amemos, quiere que cuidemos de su amigo mundo, y que nos pongamos sus grandes zapatos porque él no puede caminar sin pies, y así, le ayudamos a que se detenga por un rato, y descanse, se limpie, se nutra y obtenga las fuerzas de seguir amando a todos los que llegan a vivir en él.
Y con amor es posible, porque el amor es poderoso y tú, lo eres también. Hay muchas maneras de expresar amor, así que enviemos mucho, con ganas, con fuerza, con mucho valor. Inventemos caricias y hagamos que lleguen a cualquier rincón.
Acaricia con tus palabras, dales fuerza, ellas son grandes, traspasan fronteras, descubren lugares y cambian pensamientos. Úsalas para expresar lo que sientes, pero no destruyas, construye con ellas. Construye sentimientos limpios que ayuden al otro a entender mejor, y hazlas solidarias y llévalas contigo, como el as que el mago saca de su manga, porque ellas son magia y tú su valor.
Acaricia con acciones, acciones que puedan cambiar el rumbo de lo que acontece, acciones que marquen la diferencia de antes y después. Y que el después llegue siempre, y que la historia se cuente, y que el final sea de cuento, porque los cuentos se inventan y éste, no es solo un cuento, pero puede crearse también.
Acaricia con tu risa, ríe con todo, y por nada. Ríe por dentro y por fuera, ríe para crecer, para vivir, para soñar. Envíala también al aire, compártela con muchas más, porque en el aire están las risas que hacen que el reloj se pare y vuelan muy alto, y hacen que el olvido venga a visitarnos, porque en estos tiempos es fácil llorar.
Acaricia con tus gestos, gestos que sumen vidas, gestos que tengan fuerza, gestos que sean todo lo que el mundo quiere y necesitamos para avanzar. Y no pierdas el rumbo, que el timón del barco lo llevamos todos y todos estamos navegando el mar. Y el mar no está en calma, pero nosotros sí, y eso, es de valientes.
Es tiempo de amar, de confiar, de sanar y ganar, de querer y vencer.
Seguiremos siendo mundo, seguiremos adelante, con historias, con memorias, y con cuentos que narrar, y no tendremos miedo de seguir acariciando la vida, porque a ella le encantan las caricias, y a nosotros vivirla.
Lorena G.P
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